Cuando alguien nos toca, podemos sentirnos bien o regular/mal. Dar un "buen trato", significa tratarnos bien.
- Cuando nos sentimos bien las sensaciones son positivas y nos generan placer. Cuando vamos creciendo, estas sensaciones crecen y despiertan nuestra erótica, nuestros sentidos: pudiendo acelerarse nuestro corazón, traspirar, ruborizarnos...
- Cuando nos sentimos mal: nuestro cuerpo y nuestra mente nos piden huir del malestar y/o dolor. Si nos sentimos mal cuando alguien nos toca, podemos pedir que se respeten nuestros límites y pedir respeto en nuestras decisiones. Cada persona tiene su cuerpo, nadie más manda sobre él, nadie. Tenemos el derecho a decir no ante cada situación donde creemos que nuestro cuerpo es invadido. Nadie puede tocarnos sin nuestro consentimiento.
Las personas puede que por un momento se sientan bien y después puedan sentirse incómodas y mal, de modo que tienen derecho a decir no si en una situación o sensación de toque les resulta desagradable. Las personas tenemos derecho a cambiar de idea y por otro lado, hay que aceptar la decisión de aquellas personas que no quieren ser tocadas.
Nuestro cuerpo nos acompañará toda la vida, es nuestro primer amigo, le debemos respeto y cuidado, es el envase con el que nos presentamos, debemos conocerlo y darnos cuenta de que le ocurre.
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